La importancia de tu actitud y tus valores en tu búsqueda de empleo

Tu actitud y tus valores son dos aspectos transversales de tu personalidad que afectan a tu personal manera de ver el mundo y que, por tanto, también afectan a tu búsqueda de empleo, ¿quieres saber cómo?

Tu actitud

La actitud es la forma en la que te explicas tu vida y está en íntima relación con tus reacciones, es decir, en cómo eliges sentirte y comportarte, en cómo te posicionas ante tus circunstancias vitales. ¿Cómo te posicionas tú ante tu búsqueda de empleo? ¿Cuáles son las ideas generales que se repiten en tu diálogo interno cuando te pones a buscar trabajo?

Cuando llevamos tiempo sin encontrar trabajo se apodera de nosotros un sentimiento de indefensión (la indefensión aprendida, que denominan en psicología) que se identifica por comportamientos victimistas o autocompasivos y que es el paso previo a algunos tipos de depresión. Se traduce en que tenemos una predisposición negativa hacia nuestra búsqueda de empleo porque vemos

nuestros aspectos negativos como algo

interno a nosotros,
estable (que no podemos cambiar)
y global (que abarca todo nuestro ser);

mientras que nuestros aspectos positivos los percibimos

externos a nosotros,
inestables (que pueden cambiar)
y específicos (que sólo afectan a aspectos muy concretos de nuestra persona).

Es esencial que adoptemos una perspectiva más objetiva ante esto porque dado que es inevitable nuestro diálogo interior, es sencillamente más práctico que nos demos a nosotros mismos explicaciones más motivadoras y positivas de las cosas que nos pasan y de cómo nos enfrentamos con las dificultades. Tendemos a confundir nuestros puntos de vista con la verdad, así que en estos momentos de búsqueda es preciso situarte en la realidad: que tus aciertos se deben fundamentalmente a tu habilidad (algo interno tuyo y estable) y tus fracasos a su falta de esfuerzo o de información (algo interno, pero puntual y que puedes cambiar).

Decía Einstein que si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo. Y es que a veces, admitámoslo, en el fondo autoboicoteamos nuestra búsqueda de empleo. ¿Cómo hacemos esto? A través de la inercia. En el fondo de nosotros mismos sabemos que acudimos cada día a las mismas páginas de empleo y no encontramos casi nada. Pero como ocupamos nuestro tiempo, sentimos que de alguna manera lo justificamos. Y cuesta salir de esta inercia, especialmente si somos perceptores de alguna prestación por desempleo, porque de algún modo inconsciente sentimos que “ya estamos haciendo algo” para cambiar las cosas y que tarde o temprano mejorarán por sí solas porque nosotros “ya estamos esforzándonos”. Pero es importante que dejes de autoengañarte y que si en el fondo de ti sabes que lo que haces no funciona, dejes de hacerlo. Te costará abandonar esta actitud porque quizás no sepas qué más puedes hacer y ese vacío te dé miedo. Está bien, no importa. Siempre es mejor detenerse, pensar, buscar y probar cosas nuevas por más resistencias al cambio que experimentemos, que seguir haciendo aquello que sabemos que no sirve y que, con el tiempo, sólo contribuirá a ponernos en una situación de mayor riesgo (finalización de nuestra prestación, pérdida de motivación…)

Tus valores

Es hora de cuestionarte también tus valores y no me refiero a los morales y éticos, sino a algo mucho más básico. Un valor es algo que te vale, valga la redundancia, y que tiene una enorme influencia en ti a la hora de afrontar una tarea, en este caso, tu búsqueda de empleo, así que es importante que seas consciente de algunos aspectos que puedes conocer a través de estas preguntas:

-          ¿Cómo afrontas tu búsqueda de empleo?
Se trata del valor intrínseco de tu búsqueda: en otras palabras, si buscar trabajo te gusta mínimamente, si esta actividad encaja contigo. Porque puede ser que enfrentes tu búsqueda con naturalidad, a pesar de no disfrutar de ella, o que te resulte tan insoportable que sin querer tú mismo te pongas trabas con tal de evitarla.

-          ¿Crees que sabes buscar trabajo?
Hablamos de la asequibilidad: si juzgas que tienes aptitudes para llevar a cabo esta tarea. Al hilo de lo anterior, si crees que las tienes afrontarás tu búsqueda mucho mejor que si te sientes incapaz, ante lo cual será necesario que admitas tus carencias y pidas ayuda, por ejemplo, pidiendo cita en tu Servicio de Orientación Laboral más cercano.

-          ¿Estás dispuesto a asumir el esfuerzo que te exigirá tu búsqueda?
Me refiero al coste: si estás realmente dispuesto a asumir el esfuerzo (en horas, en flexibilidad mental, en incomodidades, en experimentar sentimientos de vulnerabilidad...) que tu búsqueda de empleo te va a exigir.